The Trade Desk quiere arreglar los Deal IDs (esta vez, de verdad)
El anuncio de Deal Desk por parte de The Trade Desk no es una simple iteración de producto. Es una intervención quirúrgica a uno de los órganos más disfuncionales de la programática actual: los deal IDs. Durante años, estos acuerdos privados han sido tratados como una promesa incumplida, una herramienta para estructurar compras premium que, en la práctica se ha convertido en un callejón sin salida técnico, operativo y estratégico.
Ahora, The Trade Desk reconoce públicamente algo que todos sabíamos pero nadie se atrevía a decir: el 90% de los deal IDs no escalaban y no es por estrategia sino por arquitectura.
Un síntoma de un sistema mal diseñado
La dependencia de los llamados programmatic guaranteed y de los private marketplaces (PMPs) ha crecido de forma silenciosa pero estructural. Hoy, representan una mayoría de la inversión dentro del DSP de The Trade Desk (y de otros DSP’s), sin embargo siguen funcionando como si estuviésemos en 2015: acuerdos mal parametrizados, metadatos inconsistentes, fallos de pacing, y una necesidad constante de intervención humana. La mayoría de las campañas necesitan ser "reanimadas" a través de emails, llamadas o, peor aún, Slack. Un modelo operativo más parecido a una centralita telefónica que a una plataforma tecnológica y cuando un sistema requiere este nivel de actuación interpersonal para que funcione, es que no funciona.
Deal Desk: ¿la infraestructura que faltaba?
Deal Desk es, en palabras de Will Doherty, “el hub para la gestión de PMPs”. No es una nueva interfaz sino un nuevo marco estructural que intenta reorganizar la manera en que se crean, validan, priorizan y optimizan los acuerdos privados entre compradores y vendedores.
Los puntos clave del nuevo sistema son:
Deal Quality Scores: métricas objetivas que permiten medir si un deal tiene valor real o es ruido operativo.
Automatización de activaciones y cancelaciones: para reducir el peso de los equipos de trading en tareas de troubleshooting.
Visibilidad compartida: tanto compradores como vendedores ven el mismo score, los mismos datos y las mismas recomendaciones.
APIs y UI para publishers: el lado vendedor gana herramientas propias sin depender del buyer o del equipo de cuentas del DSP.
El mensaje es claro: The Trade Desk quiere reducir la opacidad, mejorar la eficiencia y devolver a los acuerdos privados la dignidad que perdieron por el camino.
Más que eficiencia: poder
No se trata solo de eficiencia operativa, se trata de control. En un ecosistema donde cada SSP, cada publisher y cada agencia intenta construir su propio Walled Garden, Deal Desk es un intento de consolidar las reglas del juego desde el DSP y este movimiento tiene dos impactos estratégicos:
En el lado comprador, Deal Desk refuerza la propuesta de The Trade Desk como plataforma “centralizadora” de decisiones. Si un deal no funciona, el DSP ahora puede sugerir alternativas premium dentro del Open. Es decir, no es solo gestión; es redirección del gasto.
En el lado vendedor, los publishers entran en un sistema más transparente, pero ojo, también más vigilado. Lo que antes era una negociación bilateral ahora es puntuado, medido y auditado en tiempo real. Disney ha sido el primer gran cliente en sumarse y me temo que no será el último.
Un mensaje para el mercado
Deal Desk no es una función más en la lista de producto de Kokai. Es una declaración de principios: The Trade Desk está diciendo (sin decirlo) que los intermediarios no han hecho bien su trabajo y que los deals directos han sido un dolor de cabeza para todos. También que el DSP, desde su posición de plataforma dominante, va a rediseñar la infraestructura para que el dinero fluya hacia donde debe: hacia los inventarios que cumplen.
Es también una advertencia para los SSPs que han vivido durante años del caos de los PMPs mal gestionados. Si The Trade Desk logra que Deal Desk sea adoptado a escala, podría cambiar el centro de gravedad de la programática privada.
El lanzamiento de Deal Desk marca el inicio de una nueva etapa en la programática premium. Una en la que los acuerdos no se cierran por fé, sino por datos, una en la que el DSP deja de ser un mero ejecutor y se convierte en un orquestador activo del mercado y en la que por fin los Deal IDs podrían dejar de ser una broma interna entre traders para convertirse en una herramienta real de planificación.
Queda mucho por demostrar, pero el diagnóstico es acertado y la cirugía, esta vez, parece ir en la dirección correcta.