Shopify, Perplexity y el fin del “storefront”

Mientras medio sector está ocupado decorando titulares con las palabras “IA” y “personalización”, Shopify acaba de mover una pieza que podría dejar obsoletos los principios básicos del e-commerce tal como lo conocemos. Sin aviso, sin bombo ni platillo, sin keynotes épicas: su nuevo Catalog API está ya en funcionamiento, y Perplexity AI es el primer partner oficial. El resto del mercado aún no ha asimilado lo que esto implica.

Y no es exagerado decirlo, porque si esto escala, estamos ante el cambio estructural más importante en la historia del comercio online desde el móvil.

¿Qué es el Catalog API y por qué importa tanto?

Shopify acaba de abrir una interfaz de consulta en tiempo real a su inventario global. Toda la información de producto publicada en cualquier tienda Shopify del mundo (título, precio, disponibilidad, atributos enriquecidos, categorías) se vuelve consultable y reutilizable vía API, sin scraping, retardos ni margen para la opacidad. Esto es algo que ningún otro marketplace ha hecho con este nivel de apertura y estructura. Y lo han hecho, además, en un momento en que los modelos generativos de lenguaje (LLMs) como ChatGPT, Copilot o el propio Perplexity están hambrientos de contenido estructurado y transaccional.

¿Qué cambia esto?

Todo. Porque ahora un agente conversacional puede, sin necesidad de redirigir tráfico, ofrecer resultados en tiempo real sobre millones de SKUs de miles de marcas independientes. Desde una sola interfaz, sin tocar la web de origen, sin abrir pestañas. Un Google de productos, pero con checkout integrado. Lo que antes era “visita mi tienda” ahora será “compra directa desde tu asistente de voz”.

Y en el proceso, lo que desaparece es el control de la experiencia de marca. No habrá interfaz propia, no habrá espacio para diferenciarse visualmente, todo se reduce a nombre, precio, disponibilidad y descripción. La marca como la conocemos, empieza a desaparecer del funnel.

¿Y los filtros de seguridad?

Según explicó Vanessa Lee (Product Leader, Storefronts en Shopify) la API no es pública, y el acceso es por invitación. Solo se concede a integraciones que aporten valor a los merchants y protejan sus datos. El acceso en tiempo real a precios e inventario solo está habilitado para partners de confianza. Esto, en teoría, debería evitar el price matching agresivo o el scraping de checkout. Pero la pregunta no es si se puede hacer buen uso del API, sino ¿cuántos actores están preparados para asumir la transformación que esto implica en el modelo de distribución, en el control del funnel, y en la relación con el cliente?

El “Amazon conversacional” ya existe

Perplexity, con esta integración, se convierte de facto en una interfaz universal para explorar todo Shopify. “Esto un Amazon en miniatura, alimentado por la totalidad del catálogo de Shopify, pero sin necesidad de pasar por Shopify”. Es más, Shopify ni siquiera exige opt-in. Todo producto publicado entra automáticamente; salirse requiere un proceso explícito. Por ahora, la visibilidad es gratuita y orgánica, pero nadie duda de que vendrá una capa premium con promociones pagadas en el futuro. Prepárate para el “Shopify Ads inside AI agents”.

¿Qué ganan los merchants?

En teoría una distribución gratuita, descubrimiento sin coste y visibilidad en entornos de búsqueda conversacional antes reservados a grandes plataformas. Pero el precio es alto: se pierde el control del contexto. Ya no deciden cómo, dónde ni en qué condiciones aparece su producto ni tienen interfaz propia para educar, enamorar o convertir. Se convierten si no hacen nada en proveedores de catálogo, no en creadores de experiencia. ¿Te suena? Sí… Se llama Amazon Marketplace.

¿Es esto una traición al modelo Shopify?

Shopify siempre ha defendido un modelo que empoderaba a las marcas, que ofrecía herramientas para construir relaciones directas para poseer el canal, los datos, la audiencia. ¿Esto lo contradice? Sí… y no. Porque la realidad es que el consumidor ya no quiere interfaces múltiples. Quiere velocidad, contexto, y resolución en una sola interacción. Y si no se lo da Shopify, lo hará otro. Lo que Shopify está haciendo, con una lucidez brutal, es anticiparse al colapso de las interfaces y posicionarse como el proveedor estructural de infraestructura, no de marca. Ya no quiere ser la tienda, quiere ser el tejido invisible detrás de todas las tiendas.

¿Qué deben hacer ahora marcas, agencias y developers?

Merchants:

  • Tratar cada ficha de producto como si fuera una pieza de performance.

  • Rellenar todos los campos estandarizados, optimizar descripciones y usar los nuevos meta-objects.

  • Entender que el SEO del futuro no está en Google, está en el prompt.

Agencias:

  • Migrar campos personalizados a la estructura oficial.

  • Crear extensiones que expongan atributos para búsqueda por agentes.

  • Prepararse para explicar por qué un cliente no aparece en Copilot o Perplexity.

Startups:

  • Construir casos de uso que generen GMV, no solo clicks.

  • Garantizar seguridad de datos y conversión.

  • Presentarse pronto. Shopify ya tiene la cola abierta.

Lo que nadie quiere decir en voz alta

Si te has preguntado: ¿Qué pasa entonces con las Retail Media Networks? Su era, la de los “owned channels” y de las “marcas que se construyen sobre sus datos” acaba de recibir un golpe estructural. Cuando el descubrimiento, la comparación y la compra ocurren dentro de un mismo prompt, el poder cambia de manos. No lo van a decir en la próximas mesas redondas de los eventos a los que atiendas en las próximas semanas (o meses), pero desde hoy, cada e-commerce tiene que preguntarse: ¿Estoy construyendo una marca, o solo alimentando un catálogo global al que accede una IA que no controlo?