OpenAI prepara su propio navegador con IA integrada y desafía a Google Chrome

OpenAI está ultimando el lanzamiento de un navegador web con inteligencia artificial incorporada que podría reconfigurar el modo en que millones de personas interactúan con Internet. Según ha revelado Reuters, el navegador, previsto para las próximas semanas, está diseñado para funcionar con una interfaz conversacional parecido a ChatGPT, e integrará capacidades de IA que permitirán automatizar tareas directamente dentro de las páginas web visitadas.

Este desarrollo podría suponer una amenaza directa al dominio que ejerce Google Chrome (que actualmente ostenta más del 66% del mercado global de navegadores, según datos de StatCounter) al tiempo que refuerza la ambición de OpenAI de controlar más elementos del ecosistema digital. Chrome, como producto clave de Alphabet, no solo redirige el tráfico a Google Search por defecto, sino que también es una de las principales fuentes de recopilación de datos para su negocio publicitario, que representa aproximadamente el 75% de sus ingresos.

El navegador de OpenAI está basado en Chromium, el mismo motor de código abierto sobre el que se construye Chrome, así como otros navegadores como Edge (Microsoft) y Opera. Sin embargo, el gran diferencial de la propuesta de OpenAI es su integración nativa con agentes de IA como Operator, capaces de llevar a cabo acciones complejas como reservar vuelos, completar formularios o hacer recomendaciones personalizadas sin necesidad de que el usuario intervenga en cada paso.

En lugar de limitarse a redirigir a los usuarios hacia páginas externas, el nuevo navegador permitirá realizar múltiples acciones directamente desde la interfaz conversacional, reduciendo la dependencia del click y los enlaces tradicionales. Esto representa un cambio de paradigma en la experiencia de navegación, que evoluciona hacia una lógica más conversacional y proactiva.

Un paso más en la estrategia de integración total de OpenAI

Este lanzamiento forma parte de la estrategia de OpenAI para integrar sus productos en cada aspecto de la vida digital del usuario. En mayo, la compañía adquirió la startup io, especializada en dispositivos de IA, por 6.500 millones de dólares. Esa operación, liderada por Jony Ive (ex director de diseño de Apple), subrayó su interés por desarrollar hardware propio que complemente su software conversacional.

Ahora, con este navegador, OpenAI no solo busca competir por cuota de mercado, sino también ampliar el control sobre los datos del usuario, uno de los activos más codiciados en la economía digital. Fuentes cercanas al proyecto han afirmado que construir un navegador propio, en lugar de limitarse a lanzar un plugin o extensión sobre otro navegador, responde precisamente al deseo de OpenAI de maximizar el acceso a datos y optimizar la experiencia del usuario bajo sus propios estándares.

Crece la competencia por el navegador del futuro

OpenAI no está sola en esta carrera. Perplexity (una startup emergente en el sector de la búsqueda con IA) lanzó esta misma semana Comet, un navegador que actúa directamente en nombre del usuario. También The Browser Company (creadora de Arc) y Brave han lanzado navegadores con funciones de IA que resumen, sugieren y automatizan tareas en la web.

En este contexto, el navegador de OpenAI aspira a diferenciarse no solo por su interfaz conversacional integrada, sino también por la profundidad de sus agentes, su integración con el ecosistema de productos ChatGPT y sus posibilidades en entornos laborales y personales. La compañía ya ha declarado tener más de 3 millones de usuarios empresariales de pago, lo que podría acelerar la adopción del navegador en entornos corporativos.

Además, OpenAI ha reforzado su apuesta estratégica con la contratación de dos ex vicepresidentes de Google que formaron parte del equipo original de desarrollo de Chrome. Esta adquisición de talento refuerza su capacidad para competir en un terreno donde la experiencia de usuario, la velocidad de carga y la privacidad son aspectos decisivos.

Regulación, monopolios y oportunidades

El contexto regulatorio también juega un papel clave. El navegador Chrome ha sido uno de los elementos centrales en la reciente investigación antimonopolio contra Google en EE. UU. Un ejecutivo de OpenAI llegó a declarar durante un juicio que la compañía estaría interesada en comprar Chrome si un dictamen forzaba su venta. Aunque Google ha negado que tenga intención de vender y ya ha anunciado su apelación, el interés de OpenAI evidencia hasta qué punto el navegador se ha convertido en un activo estratégico.

El movimiento de OpenAI no es solo una declaración de intenciones contra Google. Representa una apuesta clara por controlar una capa clave de la interacción digital del usuario, integrar servicios propios sin intermediarios, y sentar las bases para un futuro donde los navegadores no solo nos lleven a la información, sino que actúen en nuestro lugar.

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