La mitad del talento en las Big 6 planea abandonar la industria publicitaria en EE. UU.
La publicidad vive una crisis silenciosa desde dentro. Una encuesta de Adweek, realizada a más de 380 profesionales del sector en EEUU, revela un dato preocupante: el 50% de los empleados que trabajan en las grandes agencias (conocidas como Big 6: WPP, Publicis, Omnicom, IPG, Dentsu o Havas) están considerando abandonar no solo su trabajo actual, sino también la industria en su conjunto.
Solo el 32% de estos trabajadores valora positivamente la moral en su lugar de trabajo. Por contraste, en las agencias independientes, el optimismo predomina: la mayoría de los empleados describe el clima como “positivo” y expresa un mayor nivel de satisfacción con su entorno y sus condiciones laborales.
Los motivos de esta brecha son múltiples. Según los testimonios recogidos, en los holdings predomina una cultura burocrática, con capas jerárquicas que generan una desconexión notable entre los altos directivos y los empleados más jóvenes o júnior. “Hay una desconexión total entre el liderazgo y el día a día real de los equipos. No entienden lo que vivimos en las trincheras”, afirmaba un empleado a Adweek.
Además, el temor a los despidos planea constantemente. Las reestructuraciones frecuentes, la presión de los mercados bursátiles y la irrupción de la inteligencia artificial han intensificado la sensación de vulnerabilidad entre los trabajadores. Muchos mencionan la posible fusión entre IPG y Omnicom como una fuente de ansiedad adicional. “La incertidumbre sobre el futuro de nuestros puestos es constante”, explica otro encuestado.
El análisis de Forrester confirma esta percepción: los empleados en agencias independientes no solo muestran niveles más altos de retención, sino también mejores indicadores de satisfacción. Según Jay Pattisall, analista del sector, esto se debe a que las independientes “invertir más en cuidar a sus empleados” y gozan de una mayor libertad operativa al no depender de inversores públicos.
El tamaño importa, pero no siempre a favor. En las agencias pequeñas e independientes, los equipos son más compactos, la comunicación más directa y el ambiente, más humano. “Aquí eres alguien. No eres un número, ni un cargo, ni un engranaje”, afirmaba un antiguo empleado de un holding que ahora trabaja en una agencia independiente.
Aunque el panorama laboral en la industria publicitaria muestra cierta recuperación tras los años de pandemia, los datos del Departamento de Trabajo de EE. UU. confirman que el empleo en agencias publicitarias ha perdido impulso: tras alcanzar los 228.000 puestos en abril de 2023, ha caído y se mantiene estancado en torno a los 220.000.
En este contexto, la fuga de talento es más que una amenaza: es una realidad creciente. La industria, especialmente desde las grandes redes, deberá enfrentarse a un dilema urgente: ¿cómo recuperar la motivación y compromiso de sus equipos?
Revisar la estructura, flexibilizar la jerarquía, invertir en el bienestar del talento y reconectar con el propósito creativo podrían ser los primeros pasos. Porque si los profesionales más cualificados siguen huyendo, no bastará con promesas de innovación o campañas brillantes para sostener el negocio. El verdadero reto de los holdings ya no está en ganar premios, sino en no perder a su gente.