El DoJ exige a Google compartir sus datos de búsqueda para fomentar la competencia
Dentro del juicio antimonopolio contra Google, el Departamento de Justicia (DoJ) de EE. UU. ha propuesto una medida radical: que la Big Tech entregue parte de los datos que le han permitido consolidarse como líder en el mercado Search. Esta propuesta tiene como fin nivelar el terreno de juego para sus competidores, como Bing (Microsoft) o DuckDuckGo, que históricamente han luchado por acercarse a Google en términos de audiencia y efectividad publicitaria. Sin embargo, las implicaciones de esta medida no son sencillas y, según expertos, los riesgos de privacidad y los desafíos técnicos podrían frenar su implementación.
Google procesa actualmente 9 veces más búsquedas que sus competidores, y en dispositivos móviles, esta cifra se eleva a 19 veces más. La data obtenida de los usuarios (como los clicks, el tiempo de permanencia en los resultados y los términos de búsqueda) son fundamentales para el sistema de Google, que utiliza estos datos para afinar sus algoritmos y ofrecer resultados más relevantes. Estos datos también alimentan su lucrativo negocio publicitario y son esenciales para mantener su dominio en el mercado.
A través de sus complejos algoritmos, Google ha logrado ser el principal buscador internacional, con su motor adaptado tanto a la web en móviles. Este control sobre el flujo de data en Search permite a Google ofrecer resultados altamente personalizados y un targeting preciso en su plataforma publicitaria. Los anunciantes pagan por el acceso a esta información para dirigir sus anuncios con una precisión sin igual. Además, la recopilación y análisis de los datos de los usuarios le da a Google una ventaja competitiva considerable sobre sus rivales.
El DoJ considera que, al compartir esta información con sus competidores, como Bing, DuckDuckGo y otros, se podría aumentar la competencia y mejorar las opciones para los consumidores. Sin embargo, los expertos en privacidad advierten que la entrega de estos datos puede exponer a los usuarios a riesgos de privacidad.
Riesgos de privacidad y obstáculos técnicos
Asimismo, Vidushi Dyall, directora de análisis legal en Chamber of Progress, señaló que la falta de salvaguardas adecuadas de privacidad podría poner en riesgo la seguridad de los datos, especialmente si los rivales de Google, muchos de los cuales son más pequeños o menos sofisticados, no tienen la capacidad de manejar y almacenar adecuadamente esta información sensible. Además, garantizar que los datos sean anónimos es difícil, ya que deben eliminarse IDs personales para evitar que se pueda rastrear hasta un individuo.
Incluso si el DOJ logra que Google comparta los datos, implementar esta medida podría ser complicado. Alan Chapell, presidente de Chapell & Associates, indicó a Adweek que Google probablemente presentará objeciones relacionadas con la privacidad, tanto genuinas como estratégicas, para dificultar el acceso a esta información.
Aparte de los problemas de privacidad, existen desafíos técnicos en cuanto a cómo compartir esta data sin poner en riesgo la seguridad y la integridad de la información. La magnitud de los datos recopilados por Google, que abarcan miles de millones de búsquedas diarias, complica la creación de un marco adecuado para su divulgación. En su defensa, Google podría argumentar que ofrecer acceso a estos datos a competidores podría exponer a la empresa a vulnerabilidades en cuanto a la protección de la información confidencial de los usuarios.
Otra propuesta del DOJ es obligar a Google a vender su navegador Chrome, lo que reduciría su control sobre la distribución de su motor de búsqueda. Sin embargo, incluso si Google vende Chrome, los usuarios podrían seguir eligiendo el motor de búsqueda de Google por costumbre o preferencia personal, lo que podría hacer que esta solución fuera menos efectiva. De acuerdo con testimonios de Apple, como el de Eddy Cue, SVP de servicios de Apple, no existe "ningún precio" que Microsoft pueda ofrecer a Apple para que cambien de Google a Bing, debido a la calidad que Google sigue ofreciendo en comparación con Bing.
El impacto de esta posible venta de Chrome no se limita solo al motor de búsqueda, ya que Chrome también es uno de los principales vehículos para que Google recoja información sobre el comportamiento de los usuarios. El cambio de control sobre el navegador podría permitir a Microsoft o a otros competidores ganar algo de terreno en términos de usuarios, pero muchos analistas creen que la ventaja de Google en términos de datos podría ser demasiado difícil de superar.
Un plan a largo plazo y su impacto internacional
La estrategia del DoJ busca asegurar que los datos que impulsan la posición dominante de Google en la búsqueda se compartan para fomentar una competencia más justa. Sin embargo, esta propuesta podría tener repercusiones a nivel global. Si Google se ve obligada a compartir sus datos de usuario, podría cambiar por completo el panorama de la publicidad digital y de Search, permitiendo que otros players se beneficien de una información que, hasta ahora, ha estado en manos de un solo big tech. Además, si se establece un precedente en el que Google o cualquier otra compañía tenga que entregar su información de usuarios a los competidores, se podría abrir la puerta para que otros sectores tecnológicos asuman medidas similares, lo que tendría un efecto cascada en el resto de la economía digital.
En términos de privacidad, este caso también establece un importante precedente para la regulación del uso de datos de los usuarios. Si el DOJ logra que Google entregue sus datos sin comprometer la privacidad de los usuarios, esto podría sentar un precedente sobre cómo se manejan y comparten los datos en la era digital. Aunque la medida de compartir los datos de búsqueda de Google parece una solución para promover la competencia, los riesgos asociados y los obstáculos técnicos podrían dificultar su implementación. Google, que posee un vasto almacenamiento de datos de usuarios, sigue siendo una pieza clave en la industria de la publicidad digital. Los próximos meses serán cruciales para ver si las propuestas del DOJ podrán superar estos obstáculos y realmente equilibrar el mercado de la búsqueda en línea. Sin embargo, algunos expertos señalan que la verdadera solución podría ser un cambio de enfoque en el manejo y la transparencia de los datos a nivel internacional.