Amazon añade a Condé Nast y a Hearst a ‘Rufus’, su asistente de IA generativa

Amazon refuerza su apuesta por la inteligencia artificial generativa aplicada al e-commerce con la firma de acuerdos de licencia con dos gigantes editoriales: Condé Nast y Hearst. Las compañías ceden parte de su contenido editorial para alimentar Rufus, el asistente de compras basado en IA de Amazon, diseñado para responder preguntas de los usuarios sobre productos, comparar opciones y realizar recomendaciones personalizadas.

Estos acuerdos multianuales, de los que no han trascendido detalles económicos ni condiciones específicas, se producen apenas seis semanas después del anuncio del acuerdo similar con The New York Times, en el que también se incluía contenido de NYT Cooking y The Athletic. La activación de Condé Nast y Hearst en Rufus está prevista para este verano.

Hearst ha confirmado que Amazon utilizará contenido de cabeceras como Good Housekeeping, Cosmopolitan y Harper’s Bazaar, mientras que Condé Nast cede materiales de marcas icónicas como Vogue, GQ y Vanity Fair. Su contenido, optimizado para SEO y estructurado cuidadosamente a lo largo de los años, se considera ideal para alimentar modelos de lenguaje como Rufus, permitiendo a la IA responder preguntas como: “¿Qué regalar a una pareja foodie?”, “¿Cuál es el mejor sérum facial?” o “¿Qué llevar a una boda de verano?”.

Matt Prohaska, CEO de Prohaska Consulting, explica a Digiday que estos grupos editoriales son socios estratégicos naturales para Amazon, dada la afinidad entre sus audiencias y los contextos de compra. “Amazon creó la categoría del commerce media y quiere fortalecerla con contenido fiable y de calidad editorial que facilite recomendaciones relevantes”, comenta Prohaska.

Para Amazon, Rufus es parte de una estrategia más amplia de integración de IA generativa en su ecosistema de productos. A través de Alexa+ (versión mejorada de su asistente virtual anunciada en febrero) Amazon ya cuenta con acuerdos de contenido con más de 200 publishers, entre ellos Business Insider, Forbes, Reuters, Time, Vox o USA Today.

Brian Wieser, analista de Madison and Wall, cree que aunque los modelos comerciales aún se están definiendo, es lógico que los publishers exploren este camino. “Si los acuerdos son limitados en duración y los derechos vuelven a los publishers, puede ser un buen paso para aprender y monetizar en el corto plazo”, advierte el profesional. No obstante, también señala que si estas IAs llegan a sustituir otras fuentes de tráfico o monetización, podrían surgir riesgos a largo plazo para los medios.

En cualquier caso, la entrada de Hearst y Condé Nast en el ecosistema de Rufus subraya una realidad cada vez más evidente: los publishers están pasando de la confrontación a la colaboración con las grandes tecnológicas en el terreno de la inteligencia artificial, buscando nuevos modelos de monetización mientras se insertan directamente en los nuevos hábitos de búsqueda y decisión del consumidor.

Así, el contenido editorial deja de ser solo una fuente de tráfico SEO para convertirse en materia prima estratégica de las grandes plataformas tecnológicas. En este nuevo paradigma, estar presente en los resultados generados por IA puede ser tan clave como aparecer en la primera página de Google.

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