Perplexity ante el DOJ: la solución no es romper Google, es devolver la elección al consumidor
Mientras el Departamento de Justicia de EEUU propone dividir Google para frenar su monopolio, Perplexity defiende una alternativa más sensata: liberar a Android de sus restricciones y dejar que el consumidor elija.
La batalla judicial entre el Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ) y Google ha entrado en una fase crítica: la de las remedios estructurales. Tras la sentencia que concluyó que Google mantuvo ilegalmente su monopolio en el mercado de búsquedas a través de acuerdos exclusivos con Apple, Samsung y otros, el DOJ quiere actuar con contundencia. Sobre la mesa está la posibilidad de obligar a Google a vender el navegador Chrome, restringir sus acuerdos de IA y eliminar cláusulas de exclusividad.
Pero una voz inesperada se alza para cuestionar la estrategia del DOJ. Se trata de Perplexity AI, startup emergente de inteligencia artificial, invitada a testificar tanto por el DOJ como por Google en este juicio histórico.
¿Romper Google? Una solución equivocada
Para Aravind Srinivas, CEO de Perplexity, forzar la venta de Chrome es un error. "No creemos que nadie más pueda operar un navegador a esa escala sin sacrificar calidad", afirmaba en su cuenta de X.
Chrome ha alcanzado su dominio gracias a años de excelencia técnica y una base de usuarios masiva. Además, Google ha contribuido a la apertura del ecosistema al liberar Chromium, motor que hoy impulsa navegadores como Microsoft Edge y el futuro Comet de Perplexity.
El problema no es Chrome. Es Android.
Según Perplexity, la raíz del monopolio no está en Chrome, sino en cómo Android obliga a aceptar por defecto las apps de Google.
Si un fabricante quiere incluir la Play Store, debe aceptar que Google Search y Gemini sean las opciones por defecto.
Cualquier cambio puede conllevar una pérdida de ingresos por parte de Google.
Algunas apps deben ser preinstaladas y no se pueden eliminar.
Estas condiciones limitan la capacidad de los OEMs para incluir soluciones mejores, aunque existan, como el propio asistente de Perplexity en Android, considerado por muchos como superior a Gemini.
El juicio que puede cambiar las reglas del juego
La audiencia de esta semana en Washington D.C. es histórica. No solo porque podría marcar un antes y un después para Google, sino porque también se da en paralelo a otro proceso en el que Google ha sido declarada culpable de monopolio en el mercado de la publicidad digital. Dos sentencias en menos de un año. Y una presión legal sin precedentes.
Frente a este escenario, Perplexity plantea una solución intermedia, eficaz y justa: no romper empresas, sino devolver la capacidad de elección a usuarios, fabricantes y operadores.
La propuesta de Perplexity: 3 cambios clave
Separar Android de las imposiciones contractuales: que el acceso a Play Store o Maps no dependa de aceptar todas las apps de Google.
Eliminar penalizaciones económicas a los OEMs que ofrezcan alternativas a Google como buscador o asistente.
Dar visibilidad y acceso real a otras opciones desde la configuración inicial del dispositivo.
Esto permitiría una competencia real, donde el usuario elija, el fabricante innove y Google compita por méritos, no por imposición.
Una defensa del ecosistema, no un ataque a Google
Perplexity no busca reemplazar a Google, ni pretende destruir su modelo. De hecho, reconoce el valor que Google ha aportado al ecosistema tecnológico. Pero alerta: “El riesgo no es que Google sea dominante. El problema es cuando usa esa dominancia para limitar la elección del consumidor, especialmente cuando ya existen mejores opciones”.
Este caso no trata solo de leyes. Trata del futuro de la innovación digital. Si los tribunales permiten que Google mantenga su poder mediante acuerdos restrictivos, ni Perplexity ni nadie podrá competir, aunque tenga el mejor producto.
Por eso, la solución no es el castigo ejemplar. La solución es simple: que el mejor producto gane, porque el consumidor pudo elegir.