OpenSincera y el nuevo benchmark de la calidad de inventario
En un ecosistema saturado de acrónimos y métricas que dicen poco para justificar mucho, la transparencia real ha sido históricamente una promesa: las marcas la exigen, las agencias la reclaman y los traders la improvisan con Excels mal enlazados. En este contexto, OpenSincera, la herramienta gratuita lanzada por The Trade Desk, empieza a generar una pregunta: ¿Por qué hemos normalizado tomar decisiones millonarias con información incompleta?
OpenSincera no es una plataforma para planificar campañas ni un nuevo canal de activación, es algo más básico y, por tanto, más potente: una radiografía objetiva de la calidad del inventario de un publisher y lo más interesante no es lo que ofrece, sino lo que su mera existencia denuncia.
Y es que durante años, las decisiones de compra se han apoyado en KPIs como los CPM’s, la viewability o el CTR, métricas que como todos sabemos se pueden inflar, manipular o simplemente malinterpretar. La calidad editorial, la saturación publicitaria o la experiencia de usuario, que son cosas que sí afectan al performance y a la percepción de marca, han quedado fuera del radar operativo porque no eran visibles, no eran fáciles de medir y porque nadie te lo ponía en un dashboard… hasta ahora.
Qué aporta OpenSincera
OpenSincera es una herramienta abierta, gratuita y de acceso sencillo, que ofrece datos básicos pero contundentes sobre los dominios donde se sirve publicidad programática:
Ad-to-content ratio: ¿Cuánto espacio publicitario hay respecto al contenido?
Average refresh rate: ¿Cada cuánto se actualiza la página o los anuncios?
Average ads in view: ¿Cuántos anuncios están visibles en media?
Estos tres indicadores, sin ser complejos, permiten tomar decisiones de campaña más informadas que cualquier gráfico de “performance” en una presentación de agencia porque atacan el corazón del problema: ¿estamos comprando atención real o espacios de relleno disfrazados de reach?
¿Cómo usar la herramienta?
OpenSincera se puede consultar manualmente, introduciendo dominios y evaluándolos uno a uno, o se puede integrar vía API en flujos de análisis más avanzados y lo mejor es que no necesitas ser ingeniero para hacerlo. Yo no soy super techie y con un par de prompts en ChatGPT y unos minutos de configuración, se puede montar una integración en Google Sheets que cruce los datos de OpenSincera con el inventario de TTD. Aquí va una pequeña guía paso a paso de cómo hacerlo:
Consigue acceso a la API: Regístrate en OpenSincera con el email corporativo. Una vez verificado, entra en tu perfil y copia el token de la API.
Prepara los datos: Extrae la lista de dominios desde tu informe post-campaña (por ejemplo, desde The Trade Desk).
Construye la integración: Usa Google Sheets + Apps Script para conectarte a la API de OpenSincera. El script debe recorrer la lista de dominios, hacer las llamadas necesarias y escribir los datos en la hoja. ¿No sabes programar? Pídele a ChatGPT que escriba el script por ti: solo tienes que compartirle tu estructura de datos y el objetivo.
Cruza y analiza: Usa fórmulas con VLOOKUP para unir los datos de OpenSincera con los de tu campaña y empezar a tomar decisiones más informadas.
¿Qué otros casos de uso hay?
Refinar tu allowlist. Si un dominio tiene un ad-to-content ratio superior al 25%, una tasa de refresco menor a 40 segundos o más de dos anuncios simultáneamente visibles, probablemente sea mejor descartarlo.
Optimizar pujas. A igualdad de performance, priorizar dominios con mejores métricas estructurales puede mejorar la eficiencia a largo plazo.
Detección de fraudes “suaves”. Muchos sites no son técnicamente fraudulentos, pero están diseñados para maximizar impresiones sin aportar valor. OpenSincera te ayuda a identificarlos.
La paradoja de la transparencia: gratis… y olvidada
Que una herramienta así venga de The Trade Desk no es casual. Forma parte de su narrativa más agresiva, la de convertirse en el DSP que aporta más valor a los compradores, incluso en tareas que tradicionalmente se delegaban a SSPs o vendors especializados. Pero hay algo más: es gratis. Y como todo lo gratuito en esta industria, corre el riesgo de ser subestimado porque lo que no se vende con una demo, con una consultoría asociada o con un roadmap lleno de “soon available” parece menos creíble. Pero es un error: la verdadera utilidad de OpenSincera no está en su interfaz ni en su API, está en lo que nos obliga a reconocer: hemos estado comprando a ciegas durante mucho tiempo.
¿Qué falta? Bastante, pero es un buen comienzo
OpenSincera no es perfecta y aún es una herramienta un tanto limitada: le falta granularidad (URL’s en lugar de solo dominios), segmentación por dispositivo (desktop vs mobile), integración con métricas de atención reales o filtros más avanzados, pero como punto de partida, es más de lo que otros han ofrecido en años y si logra mantenerse libre, transparente y útil, puede convertirse en una pieza clave para dignificar el proceso de compra programática, porque si una herramienta gratuita puede darte señales más fiables que un informe de 80 páginas con visualizaciones de colores… quizás el problema no era la falta de datos, sino la falta de voluntad para mirarlos.