La desconexión entre marcas y consumidores: ¿por qué hay desconfianza publicitaria?
Las marcas invierten cada vez más en publicidad segmentada, contenidos en redes sociales, campañas con influencers y automatización.
El marketing digital en México ha madurado a pasos acelerados. Para atraer a los consumidores, las marcas invierten cada vez más en publicidad segmentada, contenidos en redes sociales, campañas con influencers y automatización. Sin embargo, una pregunta incómoda persiste en el aire: ¿realmente el consumidor confía en lo que las marcas le dicen?
Según el estudio “Consumers in Mexico” de Statista, la respuesta no es alentadora: 47% de los consumidores mexicanos desconfía de la publicidad online, y apenas un 33% la considera útil cuando está personalizada.
Esta desconexión entre marcas y consumidores no es un simple problema de creatividad, sino una alerta profunda sobre la pérdida de credibilidad. ¿Qué la provoca y cómo puede resolverse?
📉 La saturación publicitaria y la fatiga del usuario
Uno de los factores que alimentan esta desconfianza es la sobrecarga de mensajes comerciales. El consumidor mexicano está expuesto a cientos de anuncios al día, desde banners hasta stories patrocinadas. Esta infoxicación publicitaria ha provocado una reacción natural: bloqueo, escepticismo y desinterés.
Un ejemplo claro de lo anterior:
Anuncios repetitivos con ofertas genéricas.
Influencers recomendando productos sin mostrar uso real.
Pop-ups invasivos y clickbaits malintencionados.
Resultado: el consumidor empieza a asumir que todo anuncio exagera, manipula o miente… y lo ignora.
🎭 La falta de autenticidad y coherencia
Otro gran motivo de desconfianza es la percepción de que muchas marcas dicen una cosa y hacen otra.
Empresas que promueven sostenibilidad mientras usan empaques plásticos.
Marcas que celebran diversidad solo en el mes del orgullo.
Influencers que promocionan un producto sin convicción ni experiencia real.
El consumidor actual es especialmente sensible a la incongruencia, y la castiga con rapidez:
41% de los mexicanos ha dejado de comprar productos de marcas con mala reputación ética, según el mismo informe de Statista.
👤 Personalización mal entendida
Aunque la personalización es una promesa clave del marketing moderno, muchos usuarios la perciben como intrusiva o poco creíble.
Cuando un anuncio aparece minutos después de hablar del producto o tras visitar un sitio web, el consumidor no siempre lo interpreta como eficiencia, sino como invasión de privacidad o vigilancia incómoda.
El reto está en el tono, el momento y la relevancia. La personalización debe sentirse como ayuda, no como intromisión.
🔍 Falta de educación publicitaria
Una parte de la desconfianza también se debe a la baja alfabetización mediática. Muchos consumidores no distinguen entre publicidad, contenido patrocinado o contenido informativo. Esto genera:
Confusión sobre qué es una recomendación genuina y qué es un anuncio.
Dudas sobre la veracidad de lo que se dice, incluso en espacios legítimos.
Un terreno fértil para el crecimiento de las fake news comerciales.
✅ ¿Cómo recuperar y construir la confianza?
1. Transparencia radical
Etiqueta claramente los contenidos patrocinados.
Expón procesos, ingredientes, fuentes y prácticas corporativas.
Responde con claridad a críticas o preguntas difíciles.
2. Contenido útil, no solo atractivo
Comparte guías, experiencias reales de usuarios y tutoriales prácticos.
Promueve las reseñas verificadas y casos de uso genuino.
Sustituye promesas vacías por pruebas y datos concretos.
3. Voces creíbles
Colabora con creadores de contenido que ya tengan la confianza del público, incluso si tienen menos alcance.
Evita alianzas con perfiles polémicos o inconsistentes.
4. Cohesión en todos los canales
Asegúrate de que lo que prometes en redes se cumple en tienda, atención al cliente, logística y producto final.
La coherencia es la nueva creatividad.
Confianza primero, ventas después
Durante la postpandemia, el consumidor mexicano exige mucho más que mensajes bonitos: quiere verdad, empatía y coherencia. La publicidad que no cumple con estos valores se convierte en ruido.
Las marcas que entienden esto y construyen desde la honestidad y la utilidad pueden revertir la tendencia y recuperar algo más valioso que un clic: la confianza sostenida.
Merca 2.0