Del awareness al engagement: cómo las marcas de consumo pueden dejar de ser invisibles y empezar a ser memorables
Si alguna vez pensaste: “Me encantaría que nuestra marca conectara más con la gente, pero eso no va con nosotros”, este texto es para ti. No estás solo. Muchos responsables de marca en América Latina sienten lo mismo. Sobre todo cuando el acceso a datos precisos es limitado y las regulaciones de privacidad siguen evolucionando.
Aun así, en un mercado tan dinámico como el nuestro, donde los consumidores son cada vez más exigentes, diversos y móviles, construir relaciones sólidas ya no es opcional. Es urgente. Y como en cualquier vínculo humano, lo que más importa no es lo que vendes, sino lo que aportas. Lo que representas.
Y lo mejor de todo: nunca es tarde para empezar.
Engagement, el nuevo imperativo
Por años, las marcas centraron sus esfuerzos en ganar visibilidad. Hoy, eso ya no alcanza. Necesitamos pensar menos como publicistas y más como creadores de comunidad. Porque el verdadero motor de una relación de marca duradera es el engagement: ese punto en el que el consumidor ya no sólo reconoce tu producto, sino que lo integra a su vida.
Imaginemos una marca ficticia: una salsa llamada BASTA. Fue parte de la infancia de muchas familias en la región. La usaban los abuelos, los papás; estaba en la mesa todos los domingos. Pero las generaciones más jóvenes ni la aman ni la odian. Simplemente… no la conocen.
Y eso, lejos de ser un problema, es una gran oportunidad. Porque no hay nada más poderoso que una hoja en blanco para contar una nueva historia.
Latinoamérica: tierra fértil para las marcas con alma
En América Latina, las marcas son mucho más que etiquetas: están ligadas a nuestras emociones, a nuestros afectos, a nuestras memorias. Muchas nacieron en negocios familiares, en cocinas pequeñas, en historias reales. Eso les da una ventaja única frente a otras regiones.
Aquí, la autenticidad no es una tendencia: es una necesidad.
Por eso, el desafío no es ser masivos, sino relevantes. No se trata de gritar más fuerte, sino de hablar más claro. De entender cómo vive la gente en Latinoamérica, qué valora el consumidor mexicano, cómo se vinculan las marcas con la nostalgia en Argentina o cómo la nostalgia puede ser una herramienta poderosa en Colombia.
La clave está en dejar de pensar en "audiencias" y empezar a construir "comunidades". No necesitas tener millones de seguidores para ser relevante: necesitas hablarles a las personas correctas, con el mensaje adecuado, en el momento oportuno.
Sabemos que los datos no son solo números. Detrás de cada clic, hay una historia, una perona, una oportunidad de conectar de verdad. Para construir conexiones reales, las marcas necesitan mirar más allá de la segmentación tradicional y explorar el comportamiento, los intereses y las motivaciones de sus audiencias.
Esto implica integrar datos propios, de terceros y de partners confiables, para obtener una visión más rica y completa de las personas. Para lograrlo, las marcas tienen que ir más allá de la segmentación clásica y empezar a entender lo que realmente mueve a su audiencia: su comportamiento, sus intereses, sus motivaciones.
Otro punto clave es la flexibilidad. En mercados tan diversos como los nuestros, no existe una sola verdad de marca. Lo que emociona a un consumidor en Guadalajara puede no resonar igual en Medellín.
Por eso, recomendamos activar estrategias que combinen precisión con escala, y tecnología con empatía. La personalización ya no es un lujo, es el lenguaje común que las marcas deben aprender a hablar. Con los datos correctos y una historia bien contada, cualquier marca puede pasar del anonimato al afecto.
Nunca es tarde para reconectar. Tal vez la marca cambió. Tal vez el consumidor también. Pero el propósito sigue siendo el mismo: estar presentes. Ser parte de la vida cotidiana. Acompañar.
Así que si alguna vez pensaste que tu marca no estaba hecha para tener una relación directa con sus consumidores, tal vez solo te hacía falta una nueva forma de mirar. Porque sí se puede. Y en esta región, donde la conexión humana sigue marcando la diferencia, es más posible que nunca.
Así que di basta a las excusas y empieza a preguntarte: ¿Qué puedo hacer hoy para conectar de verdad con quienes me compran?
Escrito por Alexandra Theriault